Indudablemente, la participación de la mujer durante las últimas décadas ha aumentado, particularmente en el ámbito de lo público, lo que hace notorio un cambio de paradigma en materia política, que históricamente ha mostrado inequidad entre los dos géneros, en virtud de que el hombre accedía mayormente a los puestos de poder.
Sin embargo, este comienzo de la construcción de una nueva cultura es el resultado de un gran esfuerzo por parte de la mujer, que cada día se prepara más para ocupar espacios públicos de mayor jerarquía, a fin de estar en posibilidades de influir objetivamente en la toma de decisiones en asuntos de interés público, así como de un mayor desarrollo en la conciencia política que le permita participar en este ámbito a la par que el hombre.
Por lo anterior, es necesario adecuar las políticas públicas a esta realidad, hacerlas más inclusivas, de tal forma que cada día pugnen más por el respeto, la igualdad y equidad entre los géneros, dando como resultado mayores oportunidades al género femenino en las actividades de Estado.
Si bien es cierto que los hombres ocupan un mayor porcentaje de puestos de decisión en la administración pública, también lo es que cada día se suman más mujeres en acciones de capacitación que les pueden permitir mayores oportunidades de incursión en puestos similares en el ámbito de lo político.
Por otra parte, la presencia cada vez mayor de la mujer en la función pública se ha visto reflejada en las acciones de capacitación que se han generado por este Instituto a lo largo del año 2011, toda vez que el número de servidoras públicas es notoriamente mayor que el del género masculino.